14 de abril de 2009

Recedant Vetera (I)



"He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño",
Joseph Heller

Para Álex, Anaïs, Joel y Roser, verdades contundentes...

Prefiero no pintaros la cara
de realidades veloces,
alimentadas en sumideros de amor devaluado
y tendentes al infinito del desamparo.
Juegos que albergan confidencias de pan con tardes,
juegos que exilian al caminante del tiempo,
juegos que arrasan la lágrima con besos valientes.
Contadme el cuento de los planetas de arena de patio
y el de la luna con cuatro esquinas,
que esta noche quiero encontrar mi cuestión última
en vuestra primera razón.

Prefiero no lavaros las manos
con matices de dependencia,
acostumbrados a la orilla del pensamiento ajeno
y yacentes en la genética de las frustraciones.
Juegos que embargan la ironía de la madurez,
juegos que conservan el alboroto de la sonrisa iniciática,
juegos que ensartan abrazos y palabras de chupete.
Contadme el cuento de los dragones con zapatos a cuerda
y el de las nubes con sabor a nuez,
que esta noche quiero vivir mi catarsis
en vuestro diálogo primario.

(Raquel T., 2008)

15 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Que hemos hecho con el mundo, con la vida... para que de tanta pena abandonar la infancia, como si fuera una condena.

Besos.

ybris dijo...

Queden niños los niños para que puedan volverse sueños de madurez.
Sobra entonces pintarles la cara de realidades veloces o juegos que exilian al caminante del tiempo o lavarles las manos con matices de dependencia.
Se necesita sólo escuchar sus cuentos de ingenuos planetas y lunas, de bizarros dragones y nubes.

En su madura sencillez está nuestra catarsis.
Muchos lo creemos así.

Besos.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Te lo contaremos sin engaño, princesa de mi vida, y saborearás la nuez en los trocitos de nube que con la nieve cae, y nos abarazaremos como chupetes empegostados y seguiremos...
un beso de dragona.

JR dijo...

selva adentro...

leyéndote salgo a buscar lo que no encuentro en mi nevera, porque tengo sed...a veces hambre tan antigua como la cadena de las últimas cuatro razas que coexistieron.
me renuevo y salgo anóxico a buscar el aire en ellos...en Ti.

un poema muy esperado...ya sabes,
leerte es esperar cosas buenas, como cuando reinábamos en la noche
de reyes.(por lo de la infancia)

besos Volados

Arantza G. dijo...

Busco por todos los rincones esa mirada, esa sonrisa que me recuerde...¿qué? ¿que fui una niña? ¿para qué? todos los niños no son felices. Algunos solo nos queda el recuerdo de los sueños que tuvimos.
Un beso.

Anónimo dijo...

Supongo que, en realidad, nunca dejamos de ser niños. Y espero que nunca dejemos de hacerlo. Lo que nos espera de mayor, es siempre mucho peor... Pero prefiero pensar que nunca se e acaba la ingenuidad, la esperanza y el anhelo...
Estupendo, Raquel. Has llenado mi cabeza de imágenes antiguas y de viejos recuerdos.
Un abrazo grande.

Camille Stein dijo...

qué fue de ese diálogo primario, cuando las distancias se conjuraban al alcance las manos

la luna estaba más cerca, la risa era plena

y no había sombra suficiente para el sol


ni amargura



precioso, Raquel

un beso

impersonem dijo...

Raquel, ¡qué poesía!... permíteme la "envidia" para alabar tus versos, vestidos de cordura en la desnudez de la infantil inocencia que se añora...magnífica descripción de la niñez y sus "quehaceres" en contraste con la realidad veloz de los mayores.

Reconstruirnos sobre los cimientos de la infancia... preguntarnos con el lenguaje de los niños, ajeno al doble sentido y a los filtros mentales protectores.

El título de tu poesía ya anuncia una profunda catarsis... "Atrás lo viejo"... como si de abandonar una crisálida se tratara... para metamorfosear un espíritu cansado del vértigo de la vida y harto de discursos vacíos en nueva esencia que despierta inmaculada (aunque aleccionada de experiencias) a una segunda infancia... "renuévese todo".

Tus poesías me permiten ver lo que sin ellas no vería...

Besos.

kik dijo...

y que no se pierda nunca el juego ni la capacidad de sorprenderse

Sergio Astorga dijo...

Raquel, juguemos a jugar que al fin contamos.
Un abrazo primario.
Sergio Astorga

La sonrisa de Hiperion dijo...

"Prefiero no lavaros las manos
con matices de dependencia,"


Para mi describes la realidad presente, pesimista y desanimada. Tal y como yo la veo...

Saludos!

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Si...
por eso dijo Aquel
"Haceos como niños
para entrar
al Reino de los Cielos"...
Vamos a logarlo!!

Paz&Amor

Isaac

Gárgola dijo...

Trato de buscar la esencia del poema y encuentro la palabra mágica, llave que abre puertas interiores y otras más visibles: Juego.
Este que 'alberga confidencias, que arrastra lágrimas y conserva el alboroto de la sonrisa iniciática'.
El Juego como forma y fórmula, la infancia como expresión de la mirada sin trampas ni ejercicios de estrategia. Sin embargo, me temo Raquel, que los niños no están indemnes al 'pensamiento ajeno' ni a la 'genética de las frustraciones' y los zapatos de algunos dragones ya lleven conocidas marcas estampadas en los costados.
Efectivamente me quedo con el Juego, con nuestra gran capacidad de interaccionar, con las circunstancias inesperadas y las decisiones creativas. Con este inmenso don de crear, imaginar y fantasear que salvaguardamos en nuestro pensamiento, mismo después de pasados los años.
Tú lo sabes, lo conoces y lo practicas: Juegas.

besos

Jaclo dijo...

"...juegos que conservan el alboroto de la sonrisa iniciática.."
Muy bonito.
Saludos.

PIZARR dijo...

!Que bonito Raquel!

Encontrar la cuestión última en la primera razón de alguien.

Un placer leerte y un placer los comentarios entre los que siempre encuentro buenos amigos... Toro, Ybris, Camille, Izaskun, Sergio...

Un abrazo


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Gracias al amigo Antonio y a su Cuaderno Nocturno


Gracias al amigo Beeril y a su Irlhadia